Un error muy común que puedes cometer en tu valoración [+VIDEO]

Desde que empezamos en este sector, hemos visto un error que se reproduce en casi todos los profesionales, ya seas de la fisioterapia o las ciencias del entrenamiento y se produce además en un aspecto clave: la valoración.

Hemos comprobado como casi todos los profesionales tienen en cuenta únicamente las componentes físicas y/o subjetivas de una valoración: fuerza, estabilidad, movilidad, resistencia, dolor percibido, etc. Sin embargo, todos esto componentes tienen origen y mucha dependencia de una habilidad básica: el sistema neuromuscular y el famoso control motor.


Por lo tanto, parece ilógico y poco razonable pensar que podemos realizar buenas valoraciones teniendo en cuenta sólo una parte de la ecuación.

Desde mDurance, te proponemos que sigas trabajando en valorar déficits de fuerza o movilidad y que lo relaciones con la información base del sistema neuromuscular para completar tu valoración y mejorar tus planes de recuperación.

La EMG te permite valorar tres conceptos fundamentales para relacionarlos con los déficits físicos:

  • Calidad del movimiento. Es decir, tenemos que conocer que sinergias musculares intervienen en los movimientos diarios de nuestros pacientes y medir alteraciones de movimiento.
  • Capacidad contráctil. La actividad muscular es un buen indicador de la capacidad que tiene el músculo para generar fuerza, movilidad, estabilidad…por consiguiente, tenerla en cuenta es fundamental para conocer el origen de uno de estos déficits.
  • Timing de activación. El orden en el que se activan los músculos también es un factor de riesgo y una secuela importante de corregir en las lesiones de nuestros pacientes.

Dos pacientes, misma lesión, ¿mismos resultados?

Mira este ejemplo. Dos pacientes varones con la misma lesión de rodilla (LCA) y en el mismo mes de recuperación (mes número 6). La valoración propuesta se basa en medir la fuerza extensora de la rodilla y la estabilidad de la misma.

Extensión de rodilla isométrica en 90º

Ambos pacientes presentan un déficit de fuerza significativo en ambas piernas. Sin embargo, el paciente 1 pese a tener menos fuerza, presenta más reclutamiento en la musculatura de su pierna lesionada. Si es capaz de generar menos fuerza y aun así, tiene más reclutamiento, quiere decir que tiene una musculatura ineficiente.

El paciente 2 también tiene menos fuerza. Sin embargo, el vasto medial de su pierna lesionada (la izquierda) presenta menos capacidad de activación.

Sentadilla monopodal

Este ejercicio tiene como objetivo medir la estabilidad de la rodilla y la cadera del paciente. Para ambos pacientes observamos una menor flexión de rodilla y mayor inestabilidad en las piernas lesionadas.

En el paciente 1 puedes apreciar cómo pese a tener menos estabilidad y flexión, el reclutamiento del vasto medial derecho (línea roja) va aumentando hasta superar al de la pierna sana. Es un signo claro de ineficiencia y debilidad muscular.

El paciente 2 sin embargo, de nuevo presenta una menor capacidad contráctil que limita la estabilidad de pierna lesionada (líneas amarilla y lila).

Consigue que tus valoraciones sean tan avanzadas como tus tratamientos

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¿Qué conclusiones sacamos de estas valoraciones?

1️⃣ Dos lesiones pueden tener secuelas neuromusculares diferentes como has visto en los ejemplos reales de arriba.

2️⃣ Medirlas es fundamental para individualizar el plan de recuperación. No recuperarás igual una pierna con una inhibición que con un exceso de reclutamiento.

3️⃣ Un profesional de la fisioterapia y las ciencias del deporte debe ser un experto en valoración y punto. Cualquier terapia o entrenamiento debe venir expuesto de un razonamiento previo donde contemos con la mayor información posible: recuerda unir el perfil físico y subjetivo con el perfil neuromuscular.