Los métodos eficaces para obtener la máxima contracción voluntaria [+VIDEO]

La máxima contracción voluntaria es una información muy útil para valorar el progreso de nuestros pacientes, obtener referencias sobre el nivel de actividad muscular de tareas funcionales o para hacer comparaciones entre diferentes personas.

En el primer post de “Contracción Máxima Voluntaria” o “MVC” ya os contamos qué es, para qué sirve, y cuáles son las ventajas de trabajar con la MVC. En este segundo post os explicamos cómo puedes sacarle partido en tu día a día.

La pregunta que vamos a resolver es: ¿Cómo puedo conseguir una MVC con mis pacientes? Para lograrlo no hay un único camino sino que tenemos diferentes opciones que utilizaremos dependiendo cual sea nuestro objetivo. En la literatura existe un gran número de formas para obtener la MVC, pero en la práctica real hay tres métodos que son los más usados [1].

Métodos para obtener la máxima contracción voluntaria

Hemos preparado este esquema que puedes usar como guía para recordar su uso con una breve explicación para que aprendas a conseguir el máximo potencial muscular de tus pacientes.

1️⃣ Método de la “contracción isométrica”

Es el método clásico y el más usado en el campo de la investigación. El paciente debe realizar una contracción isométrica a la máxima intensidad posible.

Para este método, la organización SENIAM recomienda una prueba específica para cada músculo, especificando detalladamente la posición en la que debe situarse la persona para registrar esa contracción máxima [2].

La principal ventaja de este método es su reproducibilidad, ya que nos permite protocolizar para todos nuestros pacientes un mismo ejercicio con las mismas condiciones de medición, una ventaja que nos ahorrará tiempo. Pero también presenta desventajas.

La principal es que en la mayoría de los casos, las personas podrán conseguir una mayor contracción en ejercicios dinámicos en condiciones reales, ya que muchas veces por aprendizaje, es menos probable que se hayan ejecutado antes ejercicios isométricos que ejercicios funcionales.

2️⃣ En los casos donde el paciente padece una patología neuromuscular el valor máximo en una prueba funcional caminando está aceptado para normalizar la prueba. El origen de esta alternativa viene dado por la incapacidad del paciente de activar al 100% su musculatura. Dado que no es posible, la contracción isométrica máxima voluntaria no resultaría útil.

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3️⃣ Método de la “contracción dinámica”

Es el método donde se consiguen resultados más funcionales. En este caso, el paciente no ejecuta una contracción dinámica como puede ser una extensión de rodilla sino que ejecuta una acción de alta intensidad más funcional como puede ser un salto vertical.

La ventaja es que el paciente simula situaciones más funcionales y cotidianas donde habitualmente obtendrá valores más reales de MVC. La principal desventaja es que requiere de una planificación mayor para adaptar el ejercicio a la persona que tenemos delante.

En la práctica deportiva se suele utilizar el método de contracción dinámica, ya que una contracción isométrica en realidad no representa la máxima contracción voluntaria que un deportista puede alcanzar en gestos deportivos. Por ejemplo, un deportista en un Drop Jump podría obtener un valor de EMG mayor en cuádriceps que en una extensión de rodilla isométrica.

¿Cómo aplicamos estos métodos a nuestro trabajo diario?

Os contamos cómo protocolarizamos nosotros nuestras valoraciones. Gracias a la rapidez de nuestra herramienta podemos medir utilizando los diferentes métodos en nuestras valoraciones.

En nuestras formaciones siempre recomendamos:

  • ? Utilizaremos la lista ya definida de pruebas de contracción isométrica siempre como referencia inicial para nuestros pacientes. También usaremos este método en nuestras investigaciones, ya que es el Gold Standard en el ámbito académico.
  • ? Crearemos protocolos específicos de evaluación funcional por grupo muscular (cuádriceps, isquios, etc) para aplicarlos como complemento en aquellos pacientes que puedan realizarlos. Por ejemplo, es común usar un CMJ para cuadriceps, un puente para isquiotibiales y glúteos, una flexo-extensión para los extensores lumbares, etc.
  • ? Finalmente, sólo usaremos el método de normalizar usando una prueba de caminar en pacientes donde no tengamos otra alternativa por su condición física.

¡Con toda esta información a trabajar compañeros!


Referencias


1. Sousa ASP, João Manuel R. S. Tavares. Surface electromyographic amplitude normalization methods: A review. Coll Antropol. 2012;36(3):967–72.


2. Hermens HJ, Freriks B, Merletti R, Stegeman D, Blok J, Rau G, et al. European Recommendations for Surface ElectroMyoGraphy Results of the SENIAM project. Roessingh Res Dev [Internet]. 1999;8(2):13–54. Available from: https://pdfs.semanticscholar.org/1ab2/8b8afcb1216cab1b2f8da0de246c3d5ed6e8.pdf